Ellas no tuvieron que ver con los más de 50 años de tensión entre sus países. No tuvieron que ver con que fueran rivales en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y dictaron cátedra de espíritu deportivo, de compañerismo, de paz y de amor.

Las gimnastas de Corea del Sur Lee Eun-Ju y de Corea del Norte, Hong Un Jong, se tomaron una selfie que la la vuelta al planeta por su significado geopolítico.

La imagen conmovió al mundo, generó en las redes sociales todo tipo de comentarios positivos.

Las dos Corea han estado divididas desde 1945 cuando los aliados, que ganaron la Segunda Guerra mundial, colonizaron parte de ese territorio. Con la Guerra Fría Estados Unidos y la Unión Soviética los tomaron como sus fortines en Asia.

La división geográfica e ideológica se mantiene hasta nuestros días. Corea del Sur es un país democrático, capitalista, con una economía consolidada, potencia mundial en tecnología.

Por su parte Corea del Norte es socialista, cuyo líder (Kim Jong-un) llegó al poder en el 2012 tras la muerte de su padre, es decir, el líder se consolida de una forma similar a la de la monarquía, con un armamento militar con el que amenaza cada rato a su vecino, Corea del Sur. Por eso la relevancia de la imagen de este par de gimnasias.